Hoy toca hablar de una gran iniciativa en pro de la recuperación de la economía, puesta en marcha por parte de la Fundación Telefónica, que busca de dar solución a uno de los graves problemas que aquejan a la población, en concreto, a los más jóvenes; esto es, el desempleo o paro juvenil.
“Este proyecto parte de la fe en las personas y en su crecimiento ilimitado” (J. Peridis)
La innovadora iniciativa se denomina “Proyecto Lanzaderas de Empleo” y tiene unos objetivos bien marcados: fomentar la inserción laboral de los jóvenes desempleados, que estos logren el trabajo deseado, a ser posible, y que sus condiciones y coberturas laborales sean favorecedoras para ellos.
Ante esto, nos surgen varias preguntas. En primer lugar, ¿qué es una lanzadera? Pues bien, se trata de un equipo heterogéneo formado por personas desempleadas con espíritu dinámico, comprometido y solidario que acceden de forma voluntaria a esta iniciativa y que, coordinadas por un coach, refuerzan sus competencias, generan conocimiento colectivo, pretenden hacerse visibles en el mercado (mediante trabajo en marca personal) y colaboran en la consecución de un fin común: lograr un empleo, ya sea por cuenta propia o ajena. Se encuentran repartidas por toda España. Como vemos, todos estos “ingredientes” conforman una receta idónea para lograr el objetivo deseado.
En segundo lugar, ¿han logrado las lanzaderas sus objetivos? Pues bien, los resultados del informe presentado lo confirman. Primeramente, se observa que el porcentaje de inserción laboral es del 60,1% frente al 39,2% (grupo ajenos a lanzaderas). Además, la calidad de la inserción es significativamente mejor en los participantes, tanto en duración del contrato como en jornada laboral, cobertura y sintonía con el trabajo deseado. Cabe decir que el impacto en la sociedad es bastante favorable, ya que, por cada euro invertido en el proyecto, retornan 2,8 euros a la sociedad, lo cual es enormemente gratificante.
Como consecuencia de este proyecto, los participantes del mismo han logrado aprender a trabajar en equipo, fomentándose la iniciativa personal, la autoconfianza y la autonomía en cada uno de ellos. Las lanzaderas pretenden “romper barreras tradicionales”, cambiar paradigmas.
Es el candidato quien va a crear una marca personal sólida que le permita diferenciarse del resto en un mercado tan competitivo.
La “radiografía” general del empleo tipo conseguido tras la participación en las lanzaderas es la siguiente: contrato temporal a jornada completa por cuenta ajena de seis meses de duración media, con un salario medio de 1000 euros al mes y con cobertura de la Seguridad Social. En cuanto a la satisfacción de los participantes con el empleo logrado, esta es buena en términos generales, ya que se les permite la conciliación con sus obligaciones familiares, mayor estabilidad y gozan de un buen ambiente de trabajo.
Como vemos, esta iniciativa no es la panacea, pero sí que está generando un impacto en la sociedad bastante satisfactorio, aportando un granito de arena a la regeneración económica del país y solucionando de una forma bastante aceptable el problema del desempleo entre los más jóvenes, lo cual indica que no todo está perdido y que aún hay esperanza.