“Pongo la mano en el fuego y no me quemo si digo que…”
La mayoría de nosotros tenemos claras y contundentes ideas acerca de las cosas. Hablamos de política, sociedad, fútbol, el calentamiento global; sabemos a la perfección cómo dirigir la empresa en la que trabajamos, y en dos “patás” arreglábamos el hambre en el mundo. Discutimos vehementemente sobre ello, e incluso perdemos compañeros y amistades por defender nuestras claras ideas acerca de todo. Tenemos una opinión de peso, y contrastada de un todo cada vez más grande. Probablemente también sepamos decirle a un púlsar a qué velocidad girar, porque somos grandes y por tanto opinamos y sabemos a lo grande. Ni entro, ni salgo en esto… o sí, pero ese será otro post.
Donde sí quisiera poner mi foco, TU FOCO, es en mí, en ti, y en esa búsqueda real de nuestra grandeza y sabiduría; que la tenemos.
La Ciencia cada vez nos muestra más claramente nuestro propio universo interno; y sin embargo, ¿cuánto sabemos realmente de él? “Pienso, luego existo” decía el filósofo. Pero la pregunta que quiero hacerme, y espero que tú también, es… ¿sé lo que pienso? O, ¿pienso lo que sé? Porque si no soy consciente de lo que pienso, ¿cómo voy a serlo de ese “existo”?
Aumentan la voces sabias que nos hablan de la importancia de los pensamientos, nos dicen que somos lo que pensamos, que nuestros pensamientos conforman nuestra realidad, que todo aquello que pensemos provocará nuestra experiencia, que tenemos el mundo en nuestras neuronas…¡Vaya! Parece interesante, ¿no? Como mínimo merece dedicarle algo de nuestro preciado tiempo. Si esto es cierto, que puedo ser y conseguir todo aquello que quiera, todo lo que quiera… ¿Qué pido? ¿Qué pido? No sé… ¡qué responsabilidad! Ahora que sé que tengo el poder de crear mi experiencia da un poco más de miedo poner la mano en el fuego, ¿verdad?
Y es que la PREGUNTA que necesitas resolver en primer lugar es: ¿QUÉ QUIERO? ¿Lo sabes?
No hay nada que nos guste más a los coaches que las preguntas (apenas se nota), y es que es profundamente lógico. Sin preguntas, no hay respuestas. Es la pregunta la que nos hace grandes, la que nos coge de la mano y nos dice “veamos qué respuestas encontramos para ti”.
Así que volvamos a preguntarnos “¿QUÉ QUIERO?”, porque en MIS/TUS deseos está la guía del camino a seguir. Cuando sepas responder a esa pregunta desde dentro, desde ese universo interno, entonces sabrás qué pedir, y a partir de ahí, sabrás qué has de pensar, y la frase de Descartes comenzará a tener sentido para ti (por cierto la traducción real del latín es “Pienso, por tanto soy”).
Y cuando lo sepas… ¡entonces sí! Defiéndelo con vehemencia; o no. Eso forma parte de tu camino, no del mío.
Por curiosidad, ¿miraste o mirarás a qué velocidad gira un púlsar? Cuéntamelo, porque la curiosidad genera las preguntas y creo que ya sabes qué es lo que generan: ¡RESPUESTAS!
Carmen Clemente
Directora asociada de The Bold Choice
Executive Coach Senior certificada por AECOP España, Coach de Equipos por EUDE BUSINESS SCHOOL – Experta en Inteligencia Emocional por la URJC. Experta en protocolo por la Escuela Internacional de Protocolo. Consultora, Conferenciante y Formadora, especialista en Liderazgo e Inteligencia Emocional.
Posts relacionados: