El autoliderazgo implica hacernos responsables de nuestra realidad, la cual construimos con sus posibilidades y sus límites, y con la capacidad que tenemos para elegir cambiarla o no. Implica autoconocimiento y fe en uno mismo, tomar conciencia de nuestro propio poder. Nuestra vida está condicionada por muchos factores, ¡pero no está determinada! Ahí radica esencialmente también nuestra libertad como seres humanos.
[bctt tweet=”Autoconocimiento, proactividad, autoeficacia y objetivos: las cuatro claves del autoliderazgo” username=”TBoldChoice”]
Para poder liderar nuestra vida y nuestra carrera profesional, necesitamos conocer y trabajar cuatro claves que nos permitirán orientarnos al logro y “coger las riendas”, el punto de partida esencial para ponernos en acción.
- AUTOCONOCIMIENTO: si no nos conocemos bien (nuestros valores, emociones, creencias, atributos personales…), no podremos gestionar nuestras capacidades para influir en nuestros resultados, y tampoco podremos comprender y trabajar con los demás. Necesitamos conocernos a nosotros mismos, ser conscientes de cuáles son nuestras fortalezas y áreas de mejora, aprender a identificar nuestros estados de ánimo y las consecuencias que éstos pueden tener en nuestro comportamiento.
- PROACTIVIDAD: Hay muchas cosas en las que podemos influir en nuestro día a día. En este sentido, la proactividad hace referencia a la actitud en la que la persona asume el control de su vida, toma la iniciativa y las decisiones con respecto a su desarrollo y trayectoria. Una actitud proactiva nos empodera, nos abre posibilidades de acción, nos hace sentir competentes, “poderosos” y, por tanto, nos orienta hacia el éxito.
- AUTOEFICACIA: Muy ligada a la orientación hacia el éxito, debemos tener muy presente la creencia que tenemos del propio éxito, o de la capacidad que tenemos para poder conseguirlo, o lo que es lo mismo, la autoeficacia. Ser autoeficientes nos ayudará a tener una visión constructiva de nuestros errores y fracasos, centrándolos en los aprendizajes que nos proporcionan, relacionando de forma positiva nuestros logros anteriores como base de conocimiento y habilidad para conseguir nuevos objetivos.
- OBJETIVOS: Marcarse objetivos está estrechamente relacionado con el autoliderazgo y la orientación al logro, porque implica la constante tendencia a la concreción de los resultados deseados, manteniendo altos niveles de rendimiento y calidad. Además, implica el deseo de superar estándares propios, mejorando el desempeño pasado. Sin objetivos, difícilmente podremos diseñar una hoja de ruta; es decir, la estrategia y el plan de acción más adecuados para alcanzar los resultados que queremos conseguir.
Debemos tomar la realidad desde el punto de vista de quien se hace responsable de ella, y no como víctima de lo que nos rodea. Trabajar desde esta visión de “protagonista” nos permitirá influir más en los resultados, en aquello que nos proponemos. ¿Estás dispuesto a abordar el gran reto de autoliderarte?
Las claves del autoliderazgo y un sinfín de tips para el desarrollo de nuestras habilidades personales las encontraréis en la 2ªEdición del MOOC Habilidades para el empleo de MiriadaX que comienza el próximo 2 de octubre. Podéis inscribiros de forma totalmente gratuita en el siguiente enlace.
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