Todo está cambiando: la tecnología ha cambiado, la forma de comprar, viajar, comer, hacer deporte, moverse o, incluso, la forma de disfrutar del ocio. ¡Todo ha cambiado!
A priori, todos estos cambios parecen propiciados por el desarrollo de las nuevas tecnologías en un contexto cada vez más digital; sin embargo, tienen un único elemento común, la manera que tenemos de relacionarnos con los demás, tanto a nivel profesional como personal.
En este sentido, el reciclaje de compañías puramente analógicas se convierte en todo un reto teniendo en cuenta la incorporación de los famosos “nativos digitales”; esos recién llegados que, a pesar de su edad, son capaces de comprender las necesidades del mercado y adaptar el negocio gracias a una visión global, innovadora y estratégica de la situación actual.
A lo largo de este camino, son muchos los seniors que se resienten al pensar en tener que convivir en la organización con millennials que carecen del expertise necesario para ponerse al frente de cualquier compañía. Es por ello por lo que, cada vez más empresas se suben al carro de implementar el reverse mentoring en sus equipos, resaltando la figura de los jóvenes como un motor de innovación y cambio, la semilla de las empresas que quieren llegar a convertirse en el futuro.
Desde que, en 1999 Jack Welch, presidente de General Electric, popularizó el concepto, muchas han sido las empresas que han decidido hacer uso del reverse mentoring para motivar el cambio en las organizaciones humanas. Henkel, ING, Novartis o Barclays son claros ejemplos en los que esta práctica puede convertirse en un caso de éxito.
Nos referimos a una metodología que va más allá de la idea preconcebida de un junior enseñando a un senior cómo se utilizan las nuevas tecnologías: se trata de un proceso en el que un joven ejerce de mentor para un profesional senior acercando sus puntos de vista y aumentando el nivel de compromiso y cooperación entre generaciones.
Frente a esta situación, el mentor ha de trabajar una serie de competencias clave que facilitarán y servirán como palanca para impulsar el crecimiento del equipo. Autoliderazgo, comunicación, orientación al logro o saberse adaptar a los cambios son sólo algunas de las habilidades esenciales que deberá desarrollar dicho mentor.
El factor que determina el éxito en este tipo de procesos no tiene que ver con los años de diferencia que separen al mentor del mentorando, sino de la actitud con la que cada uno de los dos profesionales afronta el proceso.
Nosotros ya lo hemos probado. Hemos tenido la oportunidad de diseñar un programa de Reverse Mentoring con una gran empresa del sector retail, formando además a los futuros mentores de perfil millennial. ¡Y ha sido toda una satisfacción! Además de los momentos tan gratos que nos han hecho vivir, ¡que no os quepa duda!
¡BIENVENIDA LA OPORTUNIDAD DEL TRABAJO EN EQUIPO INTERGENERACIONAL!
Juan Ruiz de los Paños
Responsable de Comunicación y Cuentas en The Bold Choice
Coaching Dialógico por el IDDI-UFV. Graduado en Periodismo, por la Universidad Rey Juan Carlos. Diseñador gráfico y programador (Ruby on rails, CSS, JavaScript, Git, SQL, html) por Talentum Empleo de Telefónica. Especialista en social media y gestor de contenidos digitales (aplicaciones web, blogs, infografías).